El Olivar
Nuestro olivar es nuestra riqueza.
Nuestro aceite es nuestra savia.
Por eso cultivamos estos olivos que crecen y viven hace siglos en nuestro predio, respetando los ritmos de la naturaleza y otorgando a nuestro aceite profesionalismo y pasión.
La extraordinaria biodiversidad de nuestro territorio nos regala tres tipos de aceituna: frantoiano, leccino y moraiolo.
Tres árboles maravillosos, tres historias que contar.
Cuando llega el momento, una vez al año, cultivamos las aceitunas, recolectándolas y llevándolas al frantoio (molino). Es importante el hecho de recolectar y moler el mismo día, para obtener un producto superior en cuanto a frescura y calidad. Así se obtienen un grado alto de polifenoles pero al mismo tiempo bajo de peróxidos. La gramola es solo de 40 minutos y la prensa nocturna es efectuada en frío. No se superan jamás los 23 grados, trabajando con calma, precisión y cuidado.
Así pues, de los árboles que ven desde sus mesas resulta un aceite superior, fino, que exprime las sensaciones de la Toscana en su paladar, un gusto que permanece impreso como un recuerdo de estas tierras.